El dia del Gran Premio

Y llego el dia de la esperada carrera. A las 6 de la mañana sonó el despertador y para allá que nos encaminamos ....y después de un café que despejara los restos de sueño, los autobuses esperaban en la Via de san Joan para transportarnos a vivir este mágico día...cuando llegamos al circuito el sol aun estaba despertando y el aire fresco de la mañana nos acompañaba al caminar.
Helicopteros van y vienen cual libelulas que transportan famosos o adinerados o pudientes con ganas de que los miren o los abucheen o simplemente los miren y admiren. Gentes que van y vienen como si de un paseo se tratara.... gentes que acampan aquí o allí sin miedo al sol, azul, azul, más azul y quizas una manchita de rojo que le da encanto a la muchedumbre......y muchas pieles tostadas. El rugido de los motores hace arder los corazones y la emoción se apodera de todos. Todos gritan Alonso, Alonso, otros abuchean a su más directo rival, otros prefieren que gane el hombre de hielo y otros que, como yo, prefieren que la oportunidad se brinde al más sencillo de todos.
Al final, emoción. Miedo. Tristeza y resignación. Todo un mar de emociones en algo más de una hora....y cuando todo acaba piensas ¡¡¡¡QUE GRAN CARRERA!!!. Quiero repetir. Mas por favor.