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lunes, 5 de enero de 2009

La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones

La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones


Editorial Grijalbo


670 pp




Año 1320, en Navarcles, en la masía próspera de Bernat Estanyol se celebra la boda de éste con Francesca. Sin embargo, la llegada del señor feudal, Llorenç de Bellera, reclamando su derecho de pernada sobre la joven, será el principio de una serie de calamidades para los Estanyol: Francesca jamás perdonará a su marido que no haya evitado el abuso.


El señor De Bellera le requiere para servir como nodriza de su hijo recién nacido, hasta el punto, de descuidar a su propio bebé, Arnau. Bernat decide raptar a su hijo y huir a Barcelona para conseguir la ciudadanía que lo acredite como hombre libre y no siervo de Bellera. Acude a su hermana, casada con un rico ceramista, Grau Puig, que a regañadientes acepta ayudarlos. Bernat trabaja como obrero mientras Arnau se cría con sus primos primero y luego con su padre en el taller.

Pasa los días correteando por la ciudad y conoce a Joan, un niño de su edad cuya madre ha sido emparedada por adúltera. Ambos niños, hermanados y cómplices, se sienten fascinados por la construcción de la iglesia de Santa María del Mar y se convierten en devotos de la virgen en la cual encuentran el consuelo de sus madres ausentes. Se hacen amigos de los bastaixos, los estibadores que acarrean desinteresadamente pesadas piedras para la construcción de la Iglesia.

Hay hambruna en Barcelona, y Bernat es expulsado de su trabajo por meterse en revueltas callejeras y acaba siendo colgado y expuesto en plaza pública ante la desesperación de los dos niños. Por la noche Arnau con la complicidad de Joan prende fuego al cadáver de su padre y decide entrar a trabajar con los bastaixos, colaborando en la construcción de la iglesia de la virgen a quien venera. Joan entretanto estudia para dominico..

Cuando la guerra estalla, Arnau no duda en prestar ayuda al rey Pedro III bloqueando el paso al enemigo, el rey Pedro Cruel de Castilla, con sus barcos mercantes, lo que le vale el reconocimiento real, una baronía y la mano de la prohijada del rey, Leonor. Este matrimonio será el principio de su desgracia : una mujer que lo desea ardientemente y a quien él no desea, la joven y bella Mar enamorada de él y tal vez él de ella, Joan convertido en un sacerdote de la Inquisición y que reprueba su vida, una conspiración de los nobles que lo condenan por favorecer a los campesinos y entre los que se encuentra el hijo de Llorenç de Bellera y sus primos los Puig.

Una conspiración que culmina cuando Arnau es denunciado a la Santa Inquisición por su mujer por no cumplir con sus deberes conyugales y por supuestos amores prohibidos con una judía. Todo parece conspirar contra Arnau, y mientras la construcción de Santa María del Mar sigue prosperando, su vida parece desmoronarse... Extraordinario retrato de la época medieval en Cataluña, la veneración a la Virgen del Mar y la construcción de la Iglesia, de los gremios y barrios de la ciudad de Barcelona, de las luchas de clases entre obreros, campesinos y señores feudales, la xenofobia contra la judería, el peso de la Inquisición. Historia, intrigas sociales, venganza, guerra, conspiración y amor en un fresco de época que sólo tiene una comparación: Los pilares de la tierra.

Construido según la fórmula del culebrón o folletín (aplicable a todas las épocas, en este caso se ha elegido la medieval, pero podría ser cualquier otra...), el libro repasa la vida de los Estanyol, desde la desgraciada boda de Bernat y Francesca hasta la vejez de Arnau, hijo de ambos. En un relato tan extenso caben todo tipo de peripecias.




La prosa es sencilla, sin concesiones a lirismos.. Se lee fácil y ágilmente. Siendo así, no es un libro que destaque en lo formal o en alardes estilísticos o artísticos. Sin embargo, tampoco es una prosa mala o chirriante, sino bastante revisada. Resultan interesantes los parlamentos de algunos personajes cuando hablan de las leyes del lugar, o de temas históricos, económicos, etc. Parecen metidos un poco forzadamente para ilustrar al lector, aunque lo cierto es que las explicaciones son claras y fáciles de asimilar. Vamos, didáctico total, como si te explicaran una lección en el colegio...






Está claro que un libro de estas características se lee por su historia, y no por los placeres estéticos que pueda proporcionar. En ese aspecto, la trama está muy elaborada, con personajes que aparecen al principio, y luego se retoman, cuando pensabas que no iban a tener más intervención. Podría achacársele cierta tendencia a la situación tópica y arquetípica y a la escasa descripción de personajes, que quedan caracterizados muy por encima, aunque de forma que podamos distinguirlos fácilmente. El autor maneja todos los recursos y trucos a su alcance para hacer más dramáticas situaciones que ya lo son de por sí. Quizás esta sea la causa de la empatía del lector con el texto. Hay que reconocer que el libro "engancha" y tienes ganas de saber qué pasará o que nueva desgracia afligirá a los protagonistas. Hay bajas pasiones, truculencia (escenas de latigazos, descritas con todo lujo de detalles), violaciones, torturas... Vamos, lo que siempre funciona en una historia. Cuanto más difícil se pone para el protagonista, mejor, más interés en ver qué pasa. Así este sufre trabajos extenuantes, comete adulterio (típico: mujer abnegada que lo cuida y lo quiere con devoción, en contraposición a amante todo fuego; resultado: sentimiento de culpa del protagonista, pero insistencia en el "vicio", hasta que...), le hacen acusaciones falsas, tiene una experiencia bélica, éxito económico, auge social y político... Todo por cierto, contado en un estilo bastante cinematográfico; casi parece que estás leyendo un guión...


Podría objetarse que la falta de algún personaje que se queje un poco de la situación de la mujer y sea algo rebelde, está justificado porque en la época eso no se estilaba; es cierto, pero tampoco se estilaba que un cristiano defendiera ante el mismísimo tribunal de la Inquisición que el cristianismo no eran más que creencias (como cualquier otra religión), cuestionara la idea de la maldad intrínseca de los judíos, y defendiera que los judíos "eran iguales que nosotros", sin embargo, eso sí aparece en la novela... Será que los judíos son más dignos de defensa que las mujeres, jejeje. Este mismo personaje también estaba en contra de la esclavitud, no obstante se enriquecía con ella... (sin saberlo, ejem, un apaño del autor para "salvarle" la cara)

En fin, el libro entretiene, no se hace farragoso y está bien documentado.

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