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viernes, 23 de mayo de 1997

La Tempestad, de Juan Manuel de rada

En “La tempestad” de Prada narra la historia de Alejandro Ballesteros, un oscuro profesor de arte español que viaja a una Venecia inundada y en pleno invierno para ver “La Tempestad” de Giorgione, el cuadro objeto de sus investigaciones académicas y que puede ser la llave de su ascenso profesional. Sin embargo, nada más llegar Ballesteros se ve envuelto en el asesinato del mejor falsificador de cuadros de la ciudad lo que le sumerge de lleno en las intrigas y miserias que rodean al mundo del arte veneciano al tiempo que conoce y se enamora de una mujer que guarda muchos más misterios de lo que aparenta.


En “La tempestad” de Prada nos regala una novela de intriga apasionante, una historia de amor trágica y un ensayo sobre el arte al mismo precio, lo que le confirma como un excelente narrador, aunque alejado de la excelencia rebelde que dejaba vislumbrar en “Coños” y buscando una mayor accesibilidad para todos los gustos y públicos. En “La tempestad”, de Prada construye una novela absorbente y cerrada en la que la ciudad de Venecia se convierte en un elemento más de la narración, una ciudad alejada de la idea preconcebida de urbe turística y romántica –en el sentido mas ñoño del término- a la que estamos acostumbrados, transformándola través de su pluma en una ciudad decadente y oscura más cercana a los escenarios góticos de los que de Prada se declara admirador. Los personajes que construye ayudan a acrecentar esa sensación al tratarse de individuos inadaptados y asociales, presos de obligaciones y obsesiones que les llevan a la muerte, el asesinato y la infelicidad. La intriga está bien resuelta, llevando el autor al lector por los derroteros que quiere marcarle de mano de su protagonista, un Alejandro Ballesteros perplejo y pesimista envuelto en un misterio del que quiere escapar para volver a su anónima vida universitaria y que al mismo tiempo le concede la última oportunidad de esquivar la cotidianeidad e hipocresía de la madurez.

El autor muestra una vez más su dominio de la narrativa y el diálogo haciendo de su estilo barroco e irónico, en el que abundan las repeticiones y las perífrasis, un recurso más para acrecentar la atmósfera de tensión y decadencia con que busca dotar a la novela. De este modo, de Prada moderniza el género romántico a través de una novela en la que el amor y el misterio cohabitan por igual aderezados por algunos saludables toques de erotismo y humor

Si os gustan los misterios y los amores imposibles esta es vuestra novela.

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